¿Qué tienen en común Nueva York, Dubái, Londres y Singapur? Que son crisol de culturas con una alta concentración de inmigrantes y están consideradas como algunos de los centros urbanos más innovadores, disruptivos y prósperos del mundo. Y es que según afirma el Fondo Monetario Internacional la variedad social aporta distintos puntos de vista, incrementa el compromiso social y laboral, y eleva la innovación y productividad. 

Esta premisa también es extrapolable a entornos laborales. Un estudio de Boston Consulting Group, determinó que las empresas con equipos de gestión más diversos tienen ingresos un 19% más altos debido a la innovación. Este hallazgo es principalmente significativo para las empresas de tecnología, las empresas emergentes y las industrias donde la innovación es la clave del crecimiento.

Un ejemplo de ello es Indra, que entiende la diversidad como un elemento que impulsa la innovación y la creatividad, que genera un mejor entorno de trabajo y lo hace más atractivo. Y es que, desde hace varios años, la tecnológica ha sumado esfuerzos para llevar a cabo una gestión integral de la diversidad.

Esta gestión involucra desde la incorporación de perfiles versátiles, con bagajes culturales diferentes que sean capaces de adaptarse también a diferentes grupos de individuos y situaciones, hasta dar un verdadero impulso al liderazgo inclusivo y la diversidad en toda la organización, respaldado por el compromiso del consejo y de la alta dirección.

Dicho compromiso se recoge en el Plan Director de Sostenibilidad de la compañía, aprobado para el período 2020-2023 e inspirado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y en la Política de Sostenibilidad de Indra. El Plan plantea cerca de 30 iniciativas para alcanzar unos objetivos concretos en los próximos tres años. Parte de estas acciones se centran en mejorar la satisfacción, el compromiso, la salud y el bienestar de los profesionales, así como el impulso a la diversidad e igualdad y el desarrollo de un entorno inclusivo para los profesionales con discapacidad. 

A día de hoy, la tecnológica cuenta con profesionales de más de 101 nacionalidades y promueve la diversidad cultural. Adicionalmente, ofrece condiciones de trabajo que evitan la discriminación o el acoso por razón de sexo, recientemente se ha adherido a las Normas de Conducta para las Empresas propuestas por Naciones Unidas para hacer frente a la discriminación contra las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGTBI); e integra en sus equipos a jóvenes talentos que trabajan al lado de expertos multidisciplinares de la compañía con amplia experiencia.

Smart Start es una muestra de ello. A través de este programa la tecnológica ofrece a jóvenes talentos, en sus dos primeros años en la compañía, programas específicos de formación, desarrollo, evaluación y progresión profesional. Otro ejemplo es el HackDay de Indra, que dirigido a mujeres universitarias ha servido para poner en valor el talento femenino y para trabajar la diversidad generacional, puesto que las jóvenes universitarias son mentorizadas por otras mujeres profesionales expertas de la organización.

Sumando capacidades a la diversidad funcional

En cuanto a la diversidad funcional, la compañía lleva unos años adoptando una serie de medidas que llevan a que los profesionales con diversidad funcional puedan percibir que son un colectivo de interés dentro de la organización.

La empresa ha dado un nuevo impulso a su programa “Sumando Capacidades”, que busca facilitar la integración efectiva de profesionales con discapacidad en la compañía, con el objetivo de que sus empleados descubran cómo la diversidad funcional enriquece tanto a trabajadores como a la propia organización.

Para ello, la compañía ha preparado un ambicioso programa de 18 sesiones 100% online, en el que 29 ponentes, externos y empleados de Indra, han sensibilizado y puesto en valor la diversidad de capacidades a través de talleres, charlas, mesas redondas y sesiones de capacitación. Con esta iniciativa, más allá de beneficios tangibles, Indra busca fomentar una verdadera cultura inclusiva y diversa en donde se aprecia la diversidad funcional como algo normal y enriquecedor dentro de la sociedad.

Esta cultura ha ayudado a Indra a repetir por tercer año consecutivo como empresa Top Employer, a lograr el Premio Nacional de Innovación 2020, el Premio al Mejor Plan Estratégico de Diversidad e Inclusión de Fundación Adecco y el Club de Excelencia en Sostenibilidad, y también a formar parte de las compañías que lideran la diversidad y, en concreto, la diversidad de género a escala mundial.

Así lo reconoce el propio Bloomberg Gender-Equality Index (GEI), el índice global más prestigioso en este ámbito, que incluye a Indra entre las compañías líderes en materia de transparencia relativa a cuestiones de género y promoción de la igualdad y la diversidad. Solo 18 empresas españolas forman parte del Índice GEI este año.

En definitiva, se puede decir que un ambiente laboral diverso impulsa la innovación y propicia una mejor preparación de los equipos a la hora de hacer frente a cambios, así como también a la hora de interactuar con proveedores de diferentes regiones, culturas y naturaleza, incrementando la eficacia en el desarrollo de productos y servicios que atiendan las nuevas necesidades, fidelizando clientes con perfiles cada vez más disímiles y contribuyendo a la persecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidad, concretamente, al ODS 5: igualdad de género y al OSD 10: reducción de desigualdades.