La transformación digital llega al ladrillo
El sector de la construcción representa más del 5% del PIB y emplea a más de un millón de trabajadores y, todo ello, a pesar del impacto sufrido durante la crisis de 2008. Sin embargo, su peso en la economía contrasta con su bajo nivel de digitalización e innovación lo que afecta gravemente a su productividad y crecimiento. Actualmente, solamente la agricultura se sitúa por debajo en lo que a adopción tecnológica se refiere.
Con el fin de revertir esta situación, Minsait lleva años trabajando en diferentes líneas de actuación, tanto a nivel nacional como europeo, para impulsar la digitalización de empresas e instituciones del sector. Este compromiso le ha llevado a formar parte de distintas iniciativas como la Plataforma Tecnológica Española de la Construcción (PTEC) y la European Construction Technological Platform (ECTP). También participa en diversos proyectos europeos como DigiPLACE, que trata de definir un framework para las futuras plataformas digitales del sector y, más recientemente, Metabuilding.
Con Metabuilding se deja finalmente atrás la teoría para hablar ya de un proyecto de Innovation Action, es decir, que origina productos o servicios reales. Se define a sí mismo como un ecosistema de innovación y está financiado por la Unión Europea a través del Programa de Investigación e Innovación H2020. Tiene como principal objetivo impulsar la innovación del sector de la construcción a través de la financiación de proyectos innovadores propuestos por pymes europeas.
Para ello, se plantea la construcción de una plataforma digital transversal del sector de la construcción que sirva para gestionar los fondos y que, adicionalmente, proporcione una suite de herramientas a las empresas (Buscador de fondos, Machtmaking, Marketplace…) para ejecutar los planes financiados. Para Metabuilding, esta plataforma es la columna vertebral digital del proyecto. La suite de herramientas y servicios digitales ayudarán tanto a las pymes como a otras partes interesadas a participar de este proyecto. Aquí van a disponer de servicios e información que les permitirá encontrar tecnologías innovadoras ya existentes y listas para ser implantadas o a socios que quieran formar parte de sus programas.
Este proyecto, en el que inicialmente participan 6 países europeos (Austria, Francia, Hungría, Italia, Portugal y España), es el punto de partida hacia la transformación digital del sector de la construcción. De momento, Minsait ha puesto a disposición del proyecto Onesait Platform, la plataforma abierta de IoT (Internet of Things) con capacidades Big Data que permite integrar y compartir fácilmente información procedente de distintos sistemas, aplicaciones y dispositivos. Sobre ella, se va a construir la Plataforma Digital Transversal que, inicialmente será sencilla, pero que permitirá ir incluyendo funcionalidades complejas planteadas en la siguiente fase: Metabuilding Labs. En esta segunda etapa, se construirá un módulo “laboratorio” que será capaz de hacer pruebas de posibles activos y se trabajará tanto con temas de IoT para la captación de datos como con Digital Twins, o Gemelos Digitales, para su explotación.
El sector de la construcción debe poder afrontan los retos sostenibles
La Plataforma Digital Transversal será una pieza decisiva para superar las barreras hacia la digitalización y afrontar retos futuros como el cambio climático o el incremento demográfico.
La evolución hacia una construcción sostenible y eficiente es fundamental, puesto que este sector es actualmente uno de los que más residuos produce y menos materiales recicla. A esto le sumamos que la mayoría de la obra existente es antigua y poco eficiente desde el punto de vista energético, lo que se traduce en un elevado consumo. La plataforma ayudaría a acelerar la digitalización de entornos e infraestructuras o a avanzar hacia la economía circular, lo que sería clave para una construcción sostenible.
El incremento demográfico trae consigo el reto del acceso a la vivienda y sitúa al sector de la construcción en el centro del problema. La solución pasa por incrementar su productividad a menor coste y que la generación de toda la infraestructura necesaria en el futuro sea sostenible.
Ante estos retos, la transformación digital es un requisito indispensable para su consecución gracias al potencial que nos ofrecen las nuevas tecnologías y sus sinergias con la metodología Building Intelligent Model (BIM), el nuevo hilo conductor de la cadena de valor del sector donde estarán conectados todos los elementos. En concreto, digitalizar el sector nos va a permitir:
- IoT posibilita la detección de problemas logísticos y permite la monitorización en tiempo real para el mantenimiento de infraestructuras.
- Mediante la réplica virtual que nos ofrece el gemelo digital en un edificio se dispone de información en tiempo real de su eficiencia energética, detecta errores, se realizan simulaciones o se puede incluso analizar el nivel de desgaste de las paredes maestras o las vigas.
- La Inteligencia Artificial aplicada a la construcción puede descubrir patrones ocultos, detectar problemas antes de que aparezcan, optimizar los procesos de construcción etc.
- La metodología BIM va a impulsar la colaboración y centralizar toda la actividad en torno a un modelo digital, englobando las características y elementos de un edificio durante todo su ciclo de vida, y representándolas en una maqueta digital, mediante técnicas de visionado en 3D, orientados a datos, que reemplaza los tradicionales planos. Además, permite integrar sistemas e incorporar tecnologías de última generación como las anteriormente detalladas.
La aplicación de toda esta tecnología va a impulsar decididamente la eficiencia del sector, mejorando tanto su productividad para hacer más con menos, un aspecto clave para afrontar la creciente necesidad de acceso a la vivienda e infraestructuras, como su sostenibilidad, facilitando la reducción del gasto energético, un mayor reaprovechamiento de los materiales y minimizando los desperdicios. De hecho, se estima que, para 2025, la digitalización a gran escala conducirá a un ahorro de costes anual del 13% al 21% en las fases de diseño, ingeniería y construcción y 10% al 17% en la fase de operaciones.
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