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Innovar aprovechando las políticas públicas de compra

La innovación en el sector público se ha convertido en un asunto de creciente atractivo para las estrategias políticas. En este marco, la Unión Europea ha dedicado el último innobarómetro a analizar la innovación en el sector público.

Los resultados de la encuesta, consultando a 4000 organizaciones públicas europeas, han arrojado que la innovación en los servicios públicos se ha generalizado. Dos de cada tres organizaciones públicas han introducido un nuevo servicio o un servicio significativamente mejorado en los últimos tres años. La compra pública se ha convertido en un instrumento al que recurren más de la mitad de las organizaciones consultadas, especialmente para atesorarse de soluciones de información tecnológica.

En este marco, la compra pública innovadora se desmarca como un instrumento clave para impulsar las capacidades innovadoras, creando una mayor demanda de bienes y servicios innovadores. No en vano, en España la licitación pública representa el 13% del PIB (16% del PIB en Europa) y, con ello, se puede favorecer el objetivo de fomentar la innovación y el cambio de patrón productivo.

Se está estableciendo un mapa de compra pública innovadora, que permitirá identificar las licitaciones susceptibles de aplicar en sus procesos de contratación pública criterios acordes con el fomento de la innovación. En esta línea, el reciente Acuerdo Social y Económico entre el Gobierno y los agentes sociales tiene entre sus prioridades el fomento de la compra pública innovadora.

Es en este punto donde Indra como empresa proveedora habitual de las administraciones públicas tiene su hueco y puede enfocar sus esfuerzos innovadores en la propuesta de nuevos productos y servicios que vayan en la línea de las políticas y estrategias de España y, por supuesto, Europa (ver iniciativa “Unión por la Innovación”). Además, esta apuesta debe servir de palanca para un conjunto de clientes más internacionales con perspectiva global aprovechando la generación de economías de escala.

En este sentido, se requiere estar habituado a un marketing tecnológico de necesidades futuras, a la gestión cuidadosa de la confidencialidad, a la búsqueda de financiación y, al mismo tiempo, a la exploración de socios que complementen las capacidades y los conocimientos propios. Por otra parte, es necesario conocer las características de este mercado, tales como el rigor del derecho administrativo, la evaluación imperfecta de los escenarios de futuro del mercado o la asimetría de conocimiento tecnológico entre oferta y demanda.

No cabe duda, que las características de este mercado son bien conocidas por Indra situándola en una posición de privilegio ante las compras públicas de tecnología innovadora. Esperamos aprovechar este tirón estratégico.