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La formación del Futuro (III) La formación smarter y el workscaping

Ya hemos comentado el cambio que supondrá el uso de nuevos dispositivos en la formación y la revolución que ha significado la llegada de las redes sociales a nuestra forma de comunicarnos. Ahora explicaremos cómo hemos afrontado el desafío de este cambio de escenario y qué dos mecanismos fundamentales hemos usado para adaptarnos a los nuevos tiempos: la formación SMARTER y el workscaping.

The Internet Time Alliance (la principal asociación a nivel mundial que trata de definir el nuevo paradigma de la formación) nos define a través de un acrónimo su modelo SMARTER:

S: Social y colaborativo.
M: Knowledge Economy Mindset, o mentalidad económica del conocimiento. Optimización de lo que se enseña y de lo que se necesita.
A: Aprendizaje autónomo.
R: Reducción del tiempo invertido en aprendizaje intensivo en beneficio del aprendizaje continúo.
T: Tecnológico.
E: Enfoque activo. La herramienta que utilicemos no debe estar concebida para un uso pasivo.
R: Responsable. Trabajar es aprender y aprender es trabajar.

Fijar este modelo en nuestra forma de transmitir el conocimiento nos permite cambiar el enfoque de lo personal a lo social, de lo general a lo concreto, de lo obligatorio a lo autónomo, de lo intensivo a lo continuo, de lo presencial a lo virtual, de lo pasivo a lo activo y de lo aislado del trabajo a lo integrado en él.

Este reto implica, además, cómo servir estas demandas a una empresa como la nuestra, formada por más de 30.000 expertos en los más diversos ámbitos profesionales. La solución surgió también de una idea desarrollada por un miembro de The Internet Time Alliance, y pionero en el aprendizaje 2.0, Jay Cross: El Workscaping, o ecosistemas de trabajo.

Un concepto sencillo de entender pero complejo de llevar a cabo: los profesionales demandan entornos especializados para compartir su conocimiento e intercambiar de una manera fluida dudas e intereses con otros expertos de perfiles similares. Si todo funciona bien, estos entornos permitirán el crecimiento y actualización continua de los integrantes, formando un ecosistema en el que la colaboración es la base. En este escenario, la propia comunidad se autogestiona, y los miembros que forman parte de ella mantienen de manera autónoma el fluir del conocimiento.

Pero…. ¿Cómo aplicar estos conceptos en la empresa? ¿Cómo podemos integrar estas ideas en los actuales programas de formación?

En el próximo post hablaremos sobre la herramienta hemos desarrollado en Indra para acoger una necesaria evolución: la integración del modelo Smarter, el workscaping, la adaptación al lenguaje social y la integración de los dispositivos con los que trabajaremos en un futuro cercano. Todo ello sin perder el enfoque corporativo.