Necesito ayuda: Discernir qué es cierto y qué no en Internet- II Parte
Siguiendo la reflexión que comenzábamos en el post anterior de cómo la especie humana ha evolucionado para ser capaz de “intuir” qué es una verdad inocua y qué es una mentira peligrosa, de cara a permitir la supervivencia de la especie, continuamos deliberando de cara a ver cómo podemos evolucionar para conseguir sobrevivir en los nuevos entornos en los que vivimos a través de la tecnología actual.
¿Cómo detectar y aprender qué es verdad y que es mentira en Internet?
Así pues ¿cómo convivir con la mentira y las verdades a medias en la era de la tecnología social? ¿Cómo detectar y aprender qué es verdad y que es mentira en Internet? ¿Cómo luchar contra los bulos y rumores más allá de las fronteras del patio de vecinos? ¿Cómo aprender a separar entre información y opinión? ¿Cómo aprender a diferenciar entre teorías de conspiración y contrainteligencia? ¿Cómo salvaguardar nuestra identidad frente a el mal uso y el abuso?; y la pregunta del millón; ¿cómo evolucionará la tecnología para protegernos de ella misma en éste y otros casos?
A pesar de la siempre inestimable ayuda que nuestro bagaje cultural y evolutivo nos proporciona, parece necesario que nuestras habilidades personales para navegar en este océano se adapten y evolucionen con una rapidez nunca vista en el acervo genético o cultural. Supongo que para esto no estaría de más una ayudita tecnológica; aunque por el momento la propia tecnología parece perdida en su propio entorno evolutivo intentando concienciarse del problema y luchar para contener el malware, los piratas y.... demás malos de la película. Creo que apenas estamos tocando la superficie del problema que se nos viene encima en esta era de la información social, dónde ya no bastará con nuestra intuición y nuestro razonamiento crítico para ayudarnos a decidir y seguir adelante, sino que deberíamos contar con algo más de certeza sobre las noticias y la información que nos llega o que nos cuentan. A mi modo de ver serán especialmente sensibles aquellos medios en los que el automatismo de la información y los datos controlan sistemas de infraestructuras, ayudan a la toma de decisiones, aportan datos e inteligencia que comparten los gobiernos y organizaciones y sobre los que construyen decisiones complejas. De forma más directa podría afectar a información política y social relevante que incide en nuestras vidas y podría ser controlada o manipulada por gobiernos, organizaciones y/o tycoons poco éticos; o a menor escala, por internautas "bien intencionados" que nos recomiendan este producto o aquel hotel mediante "pop-ups" difíciles de ignorar. Creo que para protegernos frente a este nuevo entorno necesitaremos reforzar la participación de una sociedad civil atenta, fuerte, dinámica y solidaria con una fuerte base tecnológica libre e independiente que nos defienda y nos ayude a contener este imparable tsunami de información. Es por ello importante que se investigue y desarrollen herramientas tecnológicas para contrarrestar la propia tecnología, de forma similar a como actúan las vacunas. Si ya estamos empezando a desarrollar herramientas y tecnologías para mantener nuestra identidad a salvo como las PETs (Privacy enhancing technologies) también deberíamos empezar a desarrollar herramientas y tecnologías capaces de protegernos de información no contrastada o verificable o capaces de limitar lo que el mundo electrónico es capaz de saber y recolectar de mí.
Si en nuestro día a día ya es difícil luchar contra el cotilleo ¿cómo lucharemos contra la propagación en nanosegundos de noticias malévolas, erróneas o manipuladas, que se graban en la mente de un colectivo global y no pueden verificarse antes de ser emitidas o subidas? No tengo la respuesta a estas preguntas; pero estoy seguro que aprenderemos a encontrarlas y utilizaremos para ello la Tecnología.
Igual que aprendimos a ver la mentira en las palabras y la expresión de nuestros congéneres tendremos que aprender a confiar en la tecnología para que nos salve de sí misma.