El sector eléctrico de Malawi se caracteriza por el bajo nivel de electrificación del país, ya que únicamente un 9% de la población tiene acceso a este tipo de energía, porcentaje que desciende hasta el 5% en el caso de las áreas rurales del país. Este bajo acceso a electricidad provoca, entre otras cosas, que el consumo de biomasa en los hogares sea muy elevado, empleándose para calefacción y para cocinar, con la consiguiente deforestación y sobreexplotación de los recursos naturales del país.
Malawi cuenta con una potencia instalada de 351 MW, en su mayoría obtenida a partir de fuentes hidroeléctricas y de la biomasa, siendo esta potencia similar a la demanda del país, alrededor de 347 MW, por lo que la red eléctrica se ve sometida a sobreesfuerzos que provocan numerosas interrupciones y caídas de la misma. Además, el hecho de depender de la energía hidroeléctrica provoca que en épocas de sequía se deba disminuir la potencia para asegurar los valores mínimos de caudal de los ríos, que desembocan en el lago Malawi.
Esta inseguridad en el suministro eléctrico es vista como una de las grandes limitaciones al crecimiento económico del país, por lo que actualmente se están desarrollando numerosos proyectos de transformación de la red eléctrica.
Para poder abordar las inversiones requeridas por estos proyectos, Malawi cuenta con la financiación de organizaciones extranjeras como el Millennium Challenge Account (MCA), fondo gubernamental estadounidense para el desarrollo de países del tercer mundo, el cual va a aportar aproximadamente 350 millones de dólares destinados a diversos proyectos en el ámbito energético que persiguen, entre otros objetivos, el aumento de la potencia instalada, y la ampliación y modernización de la red de transporte y distribución de electricidad, creando varias interconexiones con países vecinos. Gracias a esta inversión, se podrá aumentar la potencia instalada del país, mediante la ampliación de varias centrales hidroeléctricas y la construcción de nuevas centrales de carbón, diversificando así la generación eléctrica, y asegurando al mismo tiempo el acceso a electricidad de varias regiones del país.
Asimismo, con esta financiación se está llevando a cabo el proyecto de transformación estructural del sector, que permitirá la entrada de inversores extranjeros y generadores independientes, favoreciendo la competencia del mercado, además de su incorporación al mercado eléctrico regional (Southern African Power Pool o SAPP) con el consecuente aumento de la seguridad en el suministro. Gracias a esta transformación estructural, el país pasará de contar con una única empresa (ESCOM), encargada de la generación, transmisión y suministro de electricidad a una estructura formada por varios agentes y controlada por el regulador del mercado, llamado MERA. De esta manera, la generación de energía estará a cargo de la empresa pública EGENCO, en competencia con generadores independientes, que venderán la electricidad al comprador único, ESCOM, que actuará, a su vez, como operador de la red eléctrica y distribuidor final de la misma. ESCOM se encargará, por tanto, de gestionar las previsiones de demanda y de comprar y vender energía a nivel local y en los mercados internacionales, así como de las relaciones con los consumidores. Los objetivos de esta transformación son, principalmente:
- Crear un sector energético robusto y eficiente que pueda respaldar el crecimiento socio-económico del país, permitiendo reducir la pobreza, el desarrollo económico sostenible y la mejora en la productividad laboral.
- Establecer un mercado liberalizado, con un mayor número de actores que permita acceder a la electricidad a precios competitivos.
- Transformar la economía energética del país, desde una economía con gran dependencia de la biomasa a una economía moderna con un mayor número de fuentes integradas en el mix energético.
- Mejorar la eficiencia y eficacia de las actividades comerciales del suministro de energía así como la seguridad y fiabilidad del suministro.
- Mejorar la gestión del sector eléctrico y mitigar los impactos de la producción de energía en el medio ambiente y en la seguridad y salud de la población.
- Aumentar el número de hogares con acceso a la electricidad un 30% para 2020 y un 40% para 2050.
- Reducir las pérdidas económicas derivadas de una ineficaz gestión de la red y de los consumidores, ante la falta de información fiable.
- Reducir los picos de consumo mediante la estructuración e implantación de un sistema tarifario por horas así como mediante la implantación de medidas de eficiencia energética como el impulso de los aparatos de bajo consumo.
Gracias a la consecución de estos objetivos, el ministerio de energía de Malawi espera poder contar con un mercado eléctrico moderno y que cumpla con los estándares del sector, de manera que permita y ayude al desarrollo socio-económico del país.
Indra participa en el proceso de transformación del mercado eléctrico de Malawi financiado por MCA mediante la implantación e integración de avanzados sistemas en las áreas de distribución, comercial y corporativa, que proporcionarán una visión global y una gestión integral del negocio y aportarán mejoras como la disminución de pérdidas de energía, modernización tecnológica de la compañía e incremento de la capacitación de sus empleados•
Además de implantar estos sistemas propios de Indra, durante este proyecto se han realizado varios desarrollos nuevos que permitirán ampliar la gama de soluciones ofertadas para Utilities, los cuales son:
- Sistema de gestión de flotas
Este nuevo sistema permitirá realizar la gestión centralizada de las flotas responsables del mantenimiento de la red eléctrica, pudiendo llevar a cabo el tracking en tiempo real de los vehículos de trabajo, información necesaria para poder estimar con mayor precisión los tiempos de resolución de incidencias.
- CRM propio sobre plataforma opensource
Esta plataforma permitirá registrar y mantener un histórico de los contactos con los clientes que se realicen, tanto por parte del cliente hacia la compañía como por parte de los comerciales hacia el cliente.
Para poder almacenar y gestionar toda la información recopilada por estos sistemas, la infraestructura propuesta ha contado con la colaboración de un partner de reconocido prestigio mundial como Huawei, el cual se ha encargado de suministrar los equipos de los data centers, contando con un data center principal y otro secundario de respaldo.
Ambos data centers se encuentran situados en sendos contenedores transportables, los cuales son alimentados desde la red convencional y cuentan con los sistemas de protección adecuados y con sistemas de almacenamiento de energía capaces de mantener el funcionamiento normal en caso de falta de suministro. Estos data centers tienen un tamaño de un contenedor de 12 metros de largo, por lo que son fácilmente transportables y pueden adaptarse a los requisitos identificados del proyecto.
Además de todos los sistemas propios incluidos en el proyecto, se ha proporcionado un sistema de información empresarial desarrollado por Microsoft (Microsoft Dynamics AX), gracias al acuerdo entre ambas empresas. Este sistema servirá para la gestión de diferentes áreas de la empresa como Finanzas, Logísticas y Recursos Humanos.
También se han desarrollado las actividades de gestión del cambio en ESCOM, que resultan clave en un proyecto de transformación global de empresa de esta envergadura. El principal objetivo de estas actividades es crear capacidades dentro de la compañía así como facilitar la adaptación de los empleados a los nuevos sistemas de gestión. Para ello, y dada la magnitud de la transformación propuesta, estas actividades han sido definidas e inventariadas desde el comienzo del proyecto, contando con la colaboración de todos los agentes implicados en el mismo.
La experiencia obtenida en iniciativas similares para otras empresas del sector energético africano ha permitido contabilizar importante beneficios, como una reducción promedio de un 20% en costes técnicos y un 25% en costes comerciales, lo que ha llevado, en muchos casos, a poder amortizar la inversión en un período récord de entre dos y tres años.
También se ha logrado disminuir en una media del 90% el tiempo de interrupción del suministro y en un 50% las pérdidas de energía. Otros datos muestran una reducción por encima del 80% del tiempo de ciclo comercial (lectura, facturación y cobro) así como del 60% en el período transcurrido entre la solicitud del alta y la entrega del servicio.