Corea del Sur, Malasia e India, son tres países referentes en programas de desarrollo reciente. Aunque cada país lo ha hecho de manera distinta, los tres han elaborado políticas públicas que contribuyen al impacto de las TIC en la economía y la sociedad.

Corea del Sur, tercera economía de Asia, ha pasado de una economía basada en la agricultura a una que está a la vanguardia en procesos de industrialización y desarrollo tecnológico.

Malasia, segunda economía del sudeste asiático, igualmente basaba su economía en el sector agrícola para ahora ser una más industrializada y diversificada con un alto grado de inserción internacional.

Finalmente India, una de las BRIC, se basa hoy en un modelo de desarrollo en TIC, desarrollo y servicios software, aunque todavía hoy el 70% de la población vive en zonas rurales y se dedica a la agricultura.

¿Por qué cuento todo esto si yo quiero hablar de educación? La respuesta es la misma para los tres países: Los tres países han sabido construir un sistema educativo que permite la capacitación de sus estudiantes y profesionales para dar respuesta a sus demandas laborales. La producción de profesionales altamente cualificados en TIC excede a la capacidad de desarrollo de estos tres países.

Parece claro dónde está uno de los modelos productivos actuales, globales y con mayor potencial futuro, que generará oferta y demanda en servicios TIC. Por tanto el consumo social de productos y servicios basados en la tecnología es una tendencia clara. Nuestros niños nacen en este nuevo entorno, por tanto habrá que replantearse y reflexionar sobre el sistema educativo que esté acorde con este modelo productivo.