¿Estás enamorado de alguna marca? ¿Te sientes orgulloso de comprar algún producto o servicio? ¿Has experimentado alguna vez el placer de “invertir” en alguna empresa?

Probablemente estas preguntas te parezcan extrañas, pero hay una gran tendencia que demanda el consumidor sobre, dotas a las marcas y los productos de historias, que nos aporten algo más que el mero hecho de adquirir un bien físico.

En los actuales tiempos, donde cada vez los productos y servicios, son más parecidos, y estamos todos un poco artos del consumismo, la única manera de diferenciarnos, es a través del corazón, del sentimiento. Y para ello, es fundamental transmitir una historia creíble, auténtica, que haga que el consumidor se decante por nosotros, no solo por los beneficios y precio, sino por cómo somos capaces de emocionarle, y hacerle partícipe de la historia de la empresa, como si fuera parte de ella.

Hay muchos casos que están surgiendo actualmente, pero quiero fijarme en 3 para ilustrar esta tendencia.

El primero caso es la empresa TEIXIDORS http://www.teixidors.com/ .  Empresa de Barcelona que se define de la siguiente forma:

“Creamos productos únicos, irrepetibles, elaborados con materiales de máxima calidad y siguiendo siempre un proceso completamente manual. Nuestro proyecto no es una utopía romántica, es una filosofía de trabajo y también una apuesta por la singularidad, por la belleza de las piezas únicas.

Teixidors se nutre de la esencia del trabajo artesanal, sus herramientas, procesos y actitud. Utilizamos los clásicos telares de madera, hilamos las mejores materias primas (lana merino, cashmere, lino…) y seguimos un proceso estrictamente manual. Este es el origen de nuestro trabajo, una receta que combina tradición y visión de futuro.”

Tal y como el propio propietario de la empresa comenta en su video de presentación coorporativo, no quieren vender sus productos a cualquiera, quieren saber toda la trazabilidad del productos, quieren saber para que lo van a utilizar, dado que lo que venden no es lana, sino “un pedazo de los corazones de sus empleados”!

https://www.youtube.com/watch?v=O9IQkj-n5gI

¿Qué prefieres comprar, una bufanda, de cualquier marca, que probablemente fabrique en Chica, explotando a sus empleados y en ocasiones utilizando a menores, o a Teixidors, que fabrica en nuestro país y lo hace con su familia, cuidando cada detalle?¿Cuanto más pagarías?

El segundo caso en La Fageda, www.lafageda.com , una cooperativa catalana de iniciativa social sin ánimo de lucro creada en Olot en 1982. Tiene como finalidad la integración laboral de las personas de la comarca de la Garrotxa (Gerona) que sufren discapacidad intelectual o trastornos mentales severos. Trabajamos un total de 270 personas, incluidas usuarios y profesionales.

Las actividades productivas de la cooperativa son eminentemente agrícolas y se desarrollan dentro del marco administrativo de un Centro Especial de Trabajo: una granja de vacas para la producción de leche, la planta de elaboración de productos lácteos, una sección de jardinería, la planta de elaboración de helados, el taller de manualidades y la nueva actividad de horticultura y conservas.

¿Qué prefiera comprar un yogurt Hacendado, que a saber quien lo produce y donde, o uno de la Fageda, que lo producen en nuestra tierra con discapacitados, que de otra manera jamás se integrarían en nuestra sociedad?

El tercer caso y último, es TOMS,  fue fundada en 2006 por Blake Mycoskie, inspirado en un viaje a Argentina, donde vio la pobreza extrema y las condiciones de salud, así como a los niños caminar sin zapatos. Fue entonces cuando se reconoció el zapato tradicional alpargata argentina como una solución simple, pero revolucionaria. Rápidamente se dispuso a reinventar la alpargata para el mercado de EE.UU. con un simple objetivo: mostrar cómo juntos podemos crear un futuro mejor mediante una acción compasiva.

Para llevar a cabo esta misión, Blake hizo un compromiso para que coincida con cada par de TOMS comprado, un nuevo par se le dá a un niño necesitado. Uno por uno. “Yo estaba tan abrumado por el espíritu de la gente de América del Sur, especialmente los que tenían tan poco”, dijo Mycoskie. “Y me llamó la atención al instante con el deseo – la responsabilidad -. Hacer más”.

En el video corporativo, el propio Blake muestra como entrega personalmente zapatos a niños desfavorecidos y da las “gracias” a todos sus clientes por comprar sus productos. http://www.youtube.com/watch?v=Z95pUfYSvbQ

¿Qué prefieres comprar unas zapatillas en cualquier tienda, que ha saber quien las hace y donde, o unas TOMS, que estás ayudando de forma directa a un niño en el mundo que las necesita? ¿Lo explicarías a tus amigos?

Los consumidores queremos saber cómo se producen los productos, donde, con quién y  por qué. Estamos en la sociedad de la información, y no nos vale cualquier cosa. No queremos participar de la industrialización desmesurada. Queremos sentirnos partícipes de las marcas que consumimos y sentirnos orgullos por ello.