Hay cuestiones por las que nadie se pregunta porque son obvias. Otras no lo son tanto. Entre estas últimas encajan algunas dudas que se plantea mucha gente sobre las grandes empresas y su relación con el emprendimiento. ¿Por qué las grandes compañías ponen en marcha y apoyan iniciativas de fomento del espíritu emprendedor? ¿Qué interés puede tener una multinacional en la promoción de jóvenes emprendedores?

Para comenzar a aclarar este asunto hay que saber que entre innovación y emprendimiento hay una relación de mutua necesidad. Una vez dicho esto, hay que conocer también que para que una compañía se convierta en una gran compañía, tiene que innovar. El impulso innovador tiene que formar parte del corazón de la compañía. La mejor constatación de este hecho es que las compañías que más invierten en innovación son las más productivas, competitivas y sostenibles. Y, por cierto, también son las que más crecen y que lo hacen de manera sostenible. Por eso el compromiso de las grandes compañías con la innovación es claro, especialmente hoy; de la crisis nace la necesidad y la necesidad siempre nos empuja a innovar. No vamos a superar las dificultades haciendo más de lo mismo.

Las grandes empresas conocen los desafíos de este mundo globalizado. Y saben que estos desafíos no se enfrentan a solas. Teniendo en consideración el contexto actual de globalización en el cual estamos, ninguna compañía puede responder de manera adecuada a las necesidades de los clientes y la sociedad, si no pone en práctica modelos de colaboración interna y externa. Este es uno de los principales motivos por los que las grandes compañías se apoyan y necesitan a los emprendedores, startups y spin-off de universidades. Esa necesidad de seguir innovando y colaborando con los diferentes agentes del ecosistema, lleva a las grandes compañías a un modelo de innovación abierta y en red.

Los principales motivos por los cuales las grandes compañías apuestan por un modelo de innovación abierta son:

• Que existe más talento fuera que dentro de la compañía. Es una simple cuestión de cantidad.
• Que ninguna compañía puede dominar el 100% de la tecnología actual.
• Que las grandes multinacionales quieren ser globales, pero no genéricas. Eso significa adaptarse a las peculiaridades del territorio y colaborar con los agentes locales del ecosistema de innovación.
• Que existe una convergencia acelerada de ciertos ámbitos y campos que engloban diferentes disciplinas, como pueden ser las smart cities, smart grid, ehealth, etc…

La innovación abierta es la colaboración efectiva entre todos los agentes del ecosistema, clientes, empleados, socios, proveedores, universidades e instituciones del conocimiento, competidores y con la sociedad en general. El fomento del espíritu emprendedor es la clave para disponer de un ecosistema más innovador, base de la economía del conocimiento. Y los concursos de ideas, mentoring, plataformas de digitales de ayuda, financiación, cesión de espacio y laboratorios, incubadoras, etc…., son la manifestación más directa del apoyo a los emprendedores y del espíritu emprendedor.

Las grandes empresas pueden y deben jugar un papel tractor para impulsar las star-ups y spin-off y ayudar así a generar un ecosistema más innovador. Cada nueva empresa creada es una oportunidad más ganada en la carrera de la innovación, de la que en última instancia se beneficia toda la sociedad.
Estoy convencido de que emprender es posible, pero no es un camino fácil. Mi trayectoria profesional de apoyo y mentoring a emprendedores e iniciativas, me ha enseñado que un emprendedor, además de tener ilusión y conocimientos relacionados con su iniciativa, debe mantener siempre la constancia y ser muy perseverante para seguir avanzando en su proyecto, incluso cuando aparecen circunstancias adversas. Y una cosa más; las ideas deben ser realistas y alcanzables o, como decía alguien, empiecen con lo sencillo, luego sigan con lo necesario y, finalmente, alcancen lo imposible. Ese es mi consejo