Una de las tareas más difíciles que enfrenta todo alto directivo en una organización, es fijar los estándares a seguir a la hora de contratar personal. Es que el saber elegir a los colaboradores es probablemente la labor más importante en toda firma ya que dependerá de la calidad, valores, conocimientos y dedicación del personal seleccionado, cuan bien le vaya a la empresa.

Muchos reclutadores se basan entre otros aspectos, en las notas y la calidad de la Universidad donde el candidato se formó, pero ¿será esto suficiente? Recientemente Thomas Friedman, columnista del New York Times y autor del libro best seller  “El Mundo es Plano”, entre otros, entrevistó a un alto directivo de Google y éste mencionó que para ellos, las notas en la universidad y el resultado del test que toma Google a los aspirantes, son importantes pero no  determinantes a la hora de contratar.  Google busca en primer lugar descubrir la habilidad cognitiva del candidato y ésta no se refiere a su nivel de IQ, sino más bien a su capacidad de aprender. Esta habilidad está relacionada con la capacidad del individuo de procesar información “al vuelo”, vale decir, mientras se expone a nuevas experiencias.

Al segundo factor le denominan, la habilidad de liderazgo emergente. Esto se refiere a que al ser confrontado con un problema a resolver en equipo, el candidato tendrá eventualmente  la capacidad de asumir el reto de liderar. No necesariamente se busca que esta condición aflore de inmediato, pero sí que esté latente.

El tercer factor que busca Google, es la capacidad de humildad del postulante y si éste asume como propia la responsabilidad que le encargue la organización. No es deseable que el colaborador se mimetice dentro del organigrama y trate solo de cumplir con los encargos que recibe. Se busca que sea proactivo y se comprometa con la firma, sintiéndose orgulloso de pertenecer a ella.

En cuanto a la humildad, privilegian la humildad intelectual. No importa cuán bien preparado llegue el candidato, sino cuenta con humildad, le será difícil aprender y si  asume un cargo gerencial, le será difícil dejar que sus subalternos contribuyan con ideas, ya que tenderá a opacarlos. Esto atenta contra la creatividad y la innovación.

La humildad no implica el no pelear por lo que uno cree, más bien buscan gente que tenga a la vez tanto un ego grande, como pequeño. Grande para defender ferozmente sus puntos de vista pero a la vez pequeño, para escuchar al colega en busca de una solución superior producto del trabajo en equipo. Lo que menos buscan los reclutadores en Google, es experiencia. Probablemente por actuar en el campo tecnológico donde la obsolescencia es acelerada, es que no valoran debidamente la experiencia. Un colaborador con alta capacidad de aprender, dice el directivo de Google,  muy probablemente asimilará lo que hay que hacer y si cuenta con iniciativa, pronto propondrá mejores métodos a aplicar en la empresa.

Un mundo en el cual el cambio constante es su marca registrada, requiere que las organizaciones busquen talentos con cualidades que fomenten la innovación, ya que sin ella, no habrá forma de competir eficientemente en un entorno tan competitivo como el actual.