Aeronaves remotamente pilotadas, satélites espía, misiles balísticos, ciberataques, la defensa del espacio aéreo es cada vez más compleja. Indra, como empresa global líder en el sector, trabaja en la nueva generación de sistemas que harán frente a estas amenazas.

El número de tecnologías implicadas es amplio: sensores de vigilancia capaces de operar bajo fuertes interferencias intencionadas, potentes sistemas de mando y control, comunicaciones robustas de gran capacidad, actuadores, radares de exploración que cubren las órbitas bajas del espacio y sofisticados sensores para interceptar drones de tamaño reducido.  

Se trata de sistemas que conforman la primera línea de defensa de cualquier país y que protegen los despliegues en misiones internacionales.

A los sensores clásicos, en los que siempre se ha basado el funcionamiento de los sistemas de defensa aérea, se suman ahora todo un conjunto de nuevas tecnologías en las que Indra ya está trabajando.

Se trata de sensores 3D capaces de gestionar la amenaza de los misiles balísticos que utilizan trayectorias suborbitales.

En el ámbito del mando y control, estamos incorporando funcionalidades que mejoran la toma de decisiones y evalúan la marcha de las operaciones de forma mucho más precisa.

Los algoritmos de inteligencia artificial y la capacidad del big data permiten evaluar de forma más precisa y rápida las amenazas para anticiparse a ellas.

Aprovechando los nuevos vectores de actuación cibernéticos, contamos con capacidad para distorsionar elementos de navegación de aeronaves y drones mediante técnicas de spoofing ——que suplantan la señal de los sistemas de posicionamiento— y de softkill.

A todo ello se suma la necesidad de preparar todos estos sistemas para que puedan operar de forma segura en un escenario en el que los ciberataques están asegurados y son cada vez más avanzados y agresivos.

Indra es una empresa líder en el desarrollo de los sistemas de defensa aérea más avanzados. Ha exportado radares de la familia Lanza 3D, de distinto alcance y clase, a países de todo el mundo. Es el suministrador preferido de la OTAN tras haber ganado todas las licitaciones hechas públicas por la Alianza en la última década para este tipo de sistemas. Todo el flanco sudoeste de Europa está protegido con nuestros radares.