Unos 850 millones de personas carecen de servicios básicos de abastecimiento de agua, 2.100 millones no disponen de servicios de agua potable gestionados de manera segura y otros 3.000 millones de personas carecen de infraestructuras básicas para lavarse las manos, según el “Informe de Síntesis 2018 sobre el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6” relacionado con el agua y saneamiento de la ONU.

Empresas, expertos y administraciones públicas están tomando conciencia a un ritmo cada vez más acelerado del inmenso potencial que presenta la transformación digital, y en especial la Inteligencia Artificial (IA), para ayudar a desbloquear el desarrollo de soluciones que permitan afrontar uno de los desafíos ambientales más urgentes, como es la seguridad del agua.

Se trata de un importante y complejo reto que incluye las vertientes de la garantía del suministro y la eficiencia en el uso del recurso. Tenemos la ocasión de optimizar nuestra forma de gestionar nuestras aguas, pudiendo así crear sistemas hídricos resilientes capaces de resistir a los eventos climáticos extremos y, sobre todo, preparados para asegurar el acceso al agua y saneamiento seguro para todos.

En este contexto, la aplicación de la IA en el control, la gestión de las infraestructuras y los servicios del agua se plantea como una oportunidad para optimizar el suministro, mitigar las pérdidas innecesarias de agua e impulsar la gestión avanzada de activos para reducir costes de mantenimiento, es decir, lograr una gestión del agua más inteligente y sostenible. 

De hecho, desde Minsait ya hemos comprobado los beneficios del uso combinado de algoritmos inteligentes con la fibra óptica gracias a nuestra solución Onesait Utilities Sensing, que permite reducir los tiempos de detección y clasificación de amenazas y ubicar de forma exacta las fugas en las redes de transporte de agua, además de reducir hasta en un 90% las pérdidas producidas por fugas, incidentes no intencionados o intrusiones.

Otro importante beneficio de nuestra solución es la disminución del 75% de las emisiones de Co2 a la atmósfera asociadas a las labores de vigilancia convencionales ejercidas por patrullas aéreas y terrestres. La mejora de la eficiencia energética en los procesos de la aplicación de IA a los procedimientos repercute de manera indirecta a esta mejora.

Al mismo tiempo, seguimos atentos al avance de la IA en otros ámbitos para anticipar soluciones que garanticen la eficiencia y sostenibilidad en la gestión del agua. 

A través de esta tecnología disruptiva, se potencia el uso los datos enviados por los satélites para ayudar a pronosticar patrones climáticos y analizar las condiciones del suelo y del agua superficial con el fin de predecir condiciones de sequía o posibles inundaciones y así ayudar a personas y sectores afectados. 

Gracias a la IA, los gestores del sector del agua pueden usar el Machine Learning combinado con modelos físicos para llevar a cabo la planificación en escenarios regionales y nacionales, planes de gestión de crisis, favoreciendo así la toma de decisiones estratégicas sobre esta información. 

Otro caso relevante es el uso de drones para evaluar la calidad del agua de los ríos y asegurar la sanidad adecuada de las reservas de agua, realizando además los procesos de auscultación de las diversas infraestructuras de manera rápida y eficiente.

La Inteligencia Artificial nos puede ayudar a fortalecer la seguridad hídrica y a ser resilientes frente al cambio climático. Para lograrlo, es necesario que los gobiernos y las empresas privadas trabajen juntos con el objetivo de crear el marco regulatorio y la confianza necesarios para compartir información y diseñar acciones coordinadas orientadas a garantizar el acceso al agua y su uso sostenible.