Aprendiendo del Vecino
El software se ha convertido en un elemento central y crítico para el funcionamiento de las empresas, y las compañías que lo producen o implantan, han venido desarrollando modelos de negocios dinámicos para responder a la obsolescencia acelerada que afecta a esta industria. La globalización y la innovación tecnológica también generan obsolescencia en otros sectores, por ello, vale la pena analizar los modelos de negocios que aplica la industria del software para aprender de ellos.
Según el US Bureau of Economics, el componente software dentro del monto invertido en ese país en tecnologías de información, pasó de ser 32% en el año 1990 a 60% en el año 2011. Esto se da debido a que la aplicación del software permite mayor automatización y estandarización, lo que se traduce en menores costes y mayor productividad.
Erróneamente, se ha proyectado la idea de que al software se le puede tratar como a la electricidad, vale decir, uno se “enchufa” y se olvida de él. La verdad es que el software y todos los procesos que toca, están permanentemente cambiando. Esta situación plantea una dinámica competitiva que exige a los gerentes entender cada vez más qué herramientas están disponibles, para acortar los ciclos de aprendizaje y mejorar las ventajas competitivas de la organización.
La industria del software ha migrado de ofrecer productos terminados, a ofrecer plataformas para que desarrolladores independientes se integren a ellas y así, ofrecer sus soluciones. El mundo de las aplicaciones para teléfonos inteligentes es un excelente ejemplo de cómo independientes desarrollan soluciones para Android o Iphone. Usando este ejemplo, muchas industrias podrían adoptar prácticas similares incorporando a proveedores y distribuidores en su estrategia de desarrollo de productos y servicios. Al abrir a terceros los procesos de innovación, las organizaciones enriquecen sus perspectivas, abrevian plazos de investigación y desarrollo y todo esto a una fracción del coste. Las oportunidades que ofrece un mundo conectado potencia aún más esta estrategia. Una investigación de la consultora McKinsey da cuenta de cómo un fabricante de zapatillas incorporó una solución de software en sus productos para medir los kilómetros recorridos por el cliente, transmitiéndole esta información a su teléfono inteligente. El estudio también reporta el caso de un fabricante de productos de consumo masivo que entrega a sus canales de distribución, soluciones de software de un tercero para medir la rotación y otros indicadores. Muchos de estos clientes no hubiesen podido pagar por tal herramienta. Los beneficios que obtiene el fabricante por conocer este dato son enormes.
Otro aspecto adoptado por empresas de software que podría revolucionar otras industrias es el ofrecer servicios gratuitos. Compañías como Linkedin o Skype ofrecen atractivos servicios gratuitos con el objetivo de atraer una masa importante de usuarios, a los que luego le ofrecen otros servicios por los que sí cobran. El caso de “software como un servicio” es otra estrategia “extrapolable” que le permite al cliente acceder a productos costosos a través de cuotas mensuales por el uso de los mismos.
El desarrollar la capacidad de entender cómo funcionan otras industrias y buscar en ellas modelos de negocios aplicables a un sector distinto, se convierte en una opción muy poderosa para revolucionar la forma de hacer negocios.