Inequidad: mal negocio.
El Pew Research Center da cuenta de la opinión de la población sobre el sistema de libre mercado. Los dos países más entusiastas son China con 84% e India con 79% de preferencia, respectivamente. Los encuestados sostienen que la mayoría de los ciudadanos estará mejor en él, a pesar de que habrá marcadas diferencias entre ellos. Nueve países que albergaban en el 2005 a dos terceras partes de los pobres del planeta, entre ellos, China e India, han mostrado avances espectaculares. Se calcula que 500 millones de personas escaparon de la pobreza en los últimos cinco años.
En 20 años, el 1% más rico en Estados Unidos pasó de percibir 12,3% al 23,5% del ingreso neto. El economista Jean Pon planteó una forma original para visualizar la inequidad al sugerir que la altura de un individuo promedio (1,7 m) sea equivalente al ingreso medio. Imagínese un desfile donde durante una hora la población estadounidense marcha en orden ascendente a sus ingresos. Los menos favorecidos pasarán inadvertidos, 30 minutos después los que desfilan apenas medirían 80 cm, a los 45 minutos recién desfilarían los de 1,7 m de estatura y en los últimos 6 minutos, aparecerían gigantes de casi 4 km de altura.
El método más reconocido para medir la equidad en naciones es el coeficiente Gini, donde “cero” significa equidad total, mientras que el coeficiente “uno” significa que una persona se lleva todo. Así en los últimos 20 años, en Estados Unidos el coeficiente se ha deteriorado de 0,34 a 0,38 y en China de 0,28 a 0,4. Sin embargo, Brasil ha sido el único país grande que mejoró su coeficiente de 0,59 a 0,55.
Una sociedad menos equitativa conduce a toda clase de “enfermedades sociales”, a la vez que afecta la estabilidad política y social. El desarrollo de los negocios y la generación de riqueza requieren de clases medias pujantes que impulsen el consumo y generen economías de escala que permitan que se dé un círculo virtuoso.
La acertada percepción en China e India sobre las bondades del libre mercado deben complementarse con las políticas de asistencia a los menos favorecidos aplicadas por Brasil, además del compromiso de gobiernos y empresarios en mejorar la educación para ofrecer mejores oportunidades para más ciudadanos.
Fuente: EL COMERCIO sábado 19 febrero del 2011 (Perú)