Es conocido que las empresas comprometidas con el concepto de responsabilidad social están involucradas en mejorar la sustentabilidad del medio ambiente impactado por sus procesos productivos. Al ser encuestadas en el pasado, indicaron como su primer objetivo al adoptar estas acciones el mejorar su imagen en el mercado, con el fin de destacar frente a sus competidores y ganarse así la preferencia del consumidor. Sin embargo, una nueva encuesta realizada por la consultora McKinsey arroja un resultado diferente. Ahora, el principal objetivo para implementar políticas de sustentabilidad es el ahorro de energía, seguido por desarrollar productos ‘verdes’ anticipándose a la demanda que se viene gestando, y para retener a colaboradores claves, quienes se motivan con la misión que proyecta una organización comprometida con este concepto.

Es la primera vez que el mejorar la eficiencia operacional aparece como la razón principal para implementar políticas de sustentabilidad y es por ello que la encuesta también arroja que el 57% de las empresas ha incorporado esta práctica en sus procesos de planeamiento estratégico, procurando encontrar eficiencias operativas que van más allá del simple manejo de la imagen de la empresa.

Este revelador resultado lleva a inferir que ha calado en la mayoría de los encuestados, que conforman una muestra muy representativa, la necesidad de proteger el medio ambiente y de plantearse un patrón de producción y consumo sostenible en el tiempo, y la conciencia del compromiso que se tiene con las futuras generaciones. Sin embargo, hay que advertir que el aplicar políticas de sustentabilidad debe ser una disciplina de largo plazo, lo que implica blindar las prácticas de responsabilidad social ante coyunturas específicas.

Si la aproximación a este concepto se viera amenazada cada vez que irrumpe una crisis económica, es claro que los avances serán limitados. Como ejemplo se puede mencionar la crisis europea. Es sabido que Europa lidera la corriente de sustentabilidad, con más de 11.000 participantes en el programa ETS de compensación por emisiones y es el principal impulsor del mercado de bonos de carbono. Con la situación económica que afronta, se evidencian deterioros en el sistema, lo que ha generado que los precios de los bonos de carbono hayan caído a la cuarta parte, comparado con los precios del año 2008.

En contraste con la recesión europea, las economías emergentes vienen desarrollando clases medias con un patrón de consumo que no está alineado con los postulados de la sustentabilidad. El consumo de grupos emergentes que progresan a la par de la salud económica de sus regiones no tiene por qué estar divorciado de los principios de sustentabilidad del medio ambiente, especialmente cuando la mayoría de estos países basa su desarrollo en la explotación de recursos naturales, de ahí que cuidar el medio ambiente les permitirá continuar con un desarrollo sostenible en el tiempo.

Los resultados de la encuesta comentada dan cuenta de que los actores empresariales que participaron en ella coinciden con esta afirmación.

Las empresas que comprendan el cambio de enfoque que viene experimentando la sustentabilidad e incorporen esta herramienta en sus planes de negocio, lograrán un salto importante en eficiencia y una diferenciación significativa, en un mercado cada vez más exigente y mejor informado.