Buena pregunta…  El concepto de computación en la nube lleva ya varios años con nosotros. Comenzó a usarse tal como lo entendemos ahora por los grandes proveedores de internet como Google y Amazon a mediados del 2000. Estos pensaron que podían tomar ventaja de ofrecer servicios e infraestructura de forma masiva y “alquilarla” a terceros, de manera que podrían aplicar economía de escala para ser más  competitivos en precio y conseguir llegada a mas empresas y particulares. Segmentos que no se podían beneficiar de la evolución tecnológica, por no disponer de medios o inversión suficiente para adoptar determinadas soluciones informáticas.  

La evolución de este modelo de negocio  "as a Service" ha dado lugar a distintos tipos de oferta. Desde Infraestructura básica (IaaS) a Software particular (SaaS), pasando por Plataformas (PaaS) que permiten desarrollar aplicaciones de manera transparente, para que sean consumidas en forma de servicio y se page únicamente por su uso.

Actualmente las aplicaciones y servicios cada vez son más exigentes… y han de cubrir una gran diversidad de tendencias relacionadas con la movilidad, el procesamiento y almacenamiento de datos masivos (Big Data), la integración y gestión de dispositivos (Internet of the Things), su exposición y consumo en redes sociales…. y por supuesto deben funcionar en Cloud, compartiendo distintos contextos de clientes sobre una misma instancia (multitenancy) para optimizar los recursos que consumen.

Toda esta tendencia se ve reflejada en los últimos informes sobre tecnologías disruptivas generados por los analistas. Gartner se refiere a estos elementos como “The Nexus Forces”, mientras que IDC directamente habla de “La Tercera Plataforma” para referirse a la combinación de estas nuevas capacidades exigidas por el mercado actual y futuro.     

Dentro de poco hablar de Cloud no tendrá sentido de forma aislada, porque funcionar en Cloud será una cualidad más de las aplicaciones, necesaria y exigida por los clientes. Con capacidades de auto-provisionarse en función de la demanda para escalar automáticamente y hacer uso de la infraestructura justa que necesitan, tendrán la capacidad de poderse instalar en diferentes infraestructuras y de consumir servicios de otras y serán capaces de escalar de manera lineal en función del consumo que requieran.

Disponer de la tecnología adecuada para dotar a las aplicaciones de estas capacidades, será diferencial para ser más competitivos. Desde esta perspectiva, existen varios elementos que conviene considerar:

• Disponer de una Plataforma como Servicio (PaaS) que esté formada por componentes y servicios reutilizables y que faciliten el desarrollo de aplicaciones en nube de forma trasparente. Dando cobertura y soporte a las tendencias tecnológicas exigidas por el mercado actual (Big data, IoT, movilidad, Social Business, Cloud, etc..)
• Mantener un portfolio de Soluciones SaaS y servicios end2end, que se puedan exponer en un Market Place propio o de terceros (tipo Azure, Force.com, Google, etc..) y que permitan su comercialización en pago por uso (como servicio)
• Contar con un servicio de Infraestructura Gestionada (propia, de terceros o híbrida) que permita desplegar aplicaciones y servicios de forma económica, segura y escalable. Optimizando el uso de los recursos que consumen las aplicaciones y los servicios
• Desde el punto de vista del método y transformación, disponer de metodologías propias, que ayuden a realizar consultoría tecnológica para el diseño y ejecución de planes de migración de infraestructura y aplicaciones a modelos nube (privados, públicos o híbridos.)   

Indra está muy bien posicionada para ofrecer servicios “end–to–end” y de plataforma en la nube. Así lo destaca el informe que ha publicado IDC a principios de este año (http://www.indracompany.com/noticia/idc-destaca-el-posicionamiento-de-indra-como-proveedor-end-to-end-para-estrategias-cloud).

Con todos estos activos y servicios a tu disposición, como es que aún no estás in Cloud?