La semana pasada estuve en un curso relacionado con el proceso comercial y fueron estos dos términos; empatía y asertividad, los que me llamaron especialmente la atención y han animado a escribir estas líneas.

Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado hablar de ellos; aunque es la empatía el que nombramos con más asiduidad entendiendo que es fundamental tenerlo presente en nuestro día a día; tanto en el ámbito profesional como personal.

Tener la capacidad de ponerte en la situación de los demás no es fácil y más aún cuando hay situaciones que no compartes y que te llevan a una predisposición al “noentendimiento”. Pero aún en estas situaciones, es necesario que despleguemos siempre grandes dosis de empatía, si queremos tener garantías de afrontar mejor las situaciones que se nos presenten.

Entonces, ¿si tenemos empatía garantizamos el éxito en nuestras relaciones?  Sin lugar a dudas que disponer de esta cualidad va a ayudarnos, pero es necesario que vaya acompañada de una buena dosis de asertividad. Es fundamental que, además de entender al otro, tengamos la capacidad de exponer nuestro punto de vista de manera sincera y directa sin sonar agresivo pero sin volvernos sumisos tampoco.

Ambas cualidades; también llamadas habilidades sociales, requieren respeto al ponerlas en práctica: respeto por uno mismo y respeto por los demás. Pero además requieren la existencia de otras habilidades, como la integridad, la honestidad y la coherencia. 

Cada día nos relacionamos con nuestra familia, compañeros de trabajo, jefes, clientes y proveedores; cada uno con problemas, inquietudes, alegrías y retos personales. Disponer de ambas habilidades, nos van a permitir defender las palabras que pronunciamos (asertividad) y entender las palabras que los demás pronuncian (empatía).

EMPATÍA + ASERTIVIDAD = COMUNICACIÓN

Por tanto, si unimos ambas habilidades, cada una con sus implicaciones emocionales, personales y sociales, podremos conseguir un modelo más eficaz de comunicación con los demás.

Os animo a trabajar ambas habilidades; de manera intencionada o fortuita con la experiencia del día a día. Y recordar, no vivimos solos, las relaciones son fundamentales y como dijo Henry Ford “estar juntos es el comienzo, mantenernos juntos es progresar, trabajar juntos es el éxito”.