Uno de los temas más calientes, que han dominado todas las conversaciones en el sector, durante los dos últimos años, han sido y son los pagos móviles. Aquellos sistemas que gracias a los nuevos dispositivos de telecomunicaciones que han aparecido en el mercado, proponen una evolución de la manera que se realiza el pago que un cliente realiza actualmente con una tarjeta, en un comercio.

El buscar una alternativa, que sea más eficiente tanto para los usuarios como para la industria, al actual ecosistema de pagos basado en tarjetas, no es un tema baladí, durante 2.011 y 2.012. Durante estos dos años se han lanzado más de 160 proyectos en todo el mundo de eWallets (wallets electrónicos que pretenden que el pago se realice sin intercambio de tarjetas físicas, son parecidas conceptualmente a las carteras físicas, y que cada vez se diseñan más sobre teléfonos móviles, especialmente sobre los smartphones). Si hay algo que todos estos proyectos tienen en común, es que están diseñados para un escenario de pagos particular y normalmente específico. Los dos grandes grupos serían: aquellos que están pensados para los pagos online (ya sean en móvil, web, etc.), y aquellos otros que están pensados para los pagos físicos, aquellos que ocurren entre un comprador y un vendedor en una tienda en la calle, lo que se suele denominar los pagos en proximidad.

Y aquí está una de las primeras conclusiones que podemos sacar, la famosa convergencia entre los pagos en proximidad en el comercio minorista y los pagos online no están ocurriendo, no es una realidad, aunque es lo deseable y en el medio plazo se tienda a ella. Aduanalmente, es posible sacar otra conclusión, y es que la tecnología NFC no se ha impuesto como modo de comunicación dominante, es más, el mayor impacto en la incipiente industria de pagos móviles ha sido la no inclusión de NFC en el iPhone 5. Todo un jarro de agua fría para quienes apostaron en ella como la tecnología dominante.

Centrándonos en las soluciones pensadas para los pagos en proximidad, de las 160 eWallets que han salido al mercado, y salvando su heterogeneidad, se puede observar como dos tendencias: aquellas que apuestan por guardar dentro de la seguridad del dispositivo (el móvil) las credenciales del pago, que se enfrenta a aquellas soluciones que la seguridad de las credenciales reside en la nube. My significativo es que Visa y Master Card ya han sacado sus soluciones (V.me y PayPass Wallet Services), y si algo me indica que la convergencia entre los pagos online y los de proximidad es algo que tenderá a ocurrir en un medio plazo, es que PayPal, el gran líder de los pagos online, está trabajando duro para tener presencia en los POS (terminales punto de venta, donde se pasa la tarjeta cuando se paga en la tienda). Los intentos de estos líderes de presentar batalla en el campo donde no son los más fuertes indica que habrá convergencia.

¿Será 2.013 el año de los pagos móviles? Lo que está claro es que va a seguir la batalla en los campos actuales, parece que el NFC ha perdido fuerza, pero creo que sólo en el corto plazo, en realidad ha pasado la fiebre del oro que despertaba, en el largo plazo es una tecnología interesante. En el medio plazo la generación de tokens de pago únicos, ya sea desde el lado emisor (el comprador), o desde el adquirente (la tienda), mediante los códigos QR parece que tiene un gran recorrido (esta de hecho es la tecnología de la solución de Indra para pagos en movilidad), mientras aparecen nuevas alternativas a lo que estamos acostumbrados a ver, por ejemplo, los movimientos de securización de un pago, y hacerlo independiente de los dispositivos también prometen, un ejemplo es el EMV over the Internet de MasterCard.