El directorio, como órgano que dirige los destinos de la firma, tiene en sus manos la responsabilidad de entender la implicancia de la disrupción digital, que viene transformando la forma de hacer negocios en el mundo. Sin embargo, históricamente, los directores han pasado por momentos difíciles a la hora de tomar decisiones sobre inversiones en tecnologías de información (TI).

Principalmente porque asocian el campo del TI, con evaluaciones de proyectos complejos de transformación, que generalmente toman años, además de las complicadas explicaciones que el responsable del área de tecnología brinda para convencerlos de tal o cual inversión o para justificar desviaciones del presupuesto original.

A su vez, los directores traducen las explicaciones a su idioma más común, vale decir, cómo la inversión en tecnología impactará en reducción de costos, sean de insumos, personal, infraestructura, entre otros.

Ahora bien en la era de la transformación digital, la dinámica antes descrita, simplemente no funciona.

Las empresas hoy están obligadas a diseñar modelos de negocios digitales, lo que implica cambios importantes en procesos y en tecnologías de información, a la vez de retener y contratar a colaboradores con capacidades adecuadas para desenvolverse en el mundo digital. El área de TI  debe dejar de ser un área de soporte que brinda servicios al resto de la organizacion, y pasar a situarse en el centro del escenario, no solo como un facilitador para generar eficiencias, sino y sobre todo, como generador del negocio presente y futuro de la firma.

Para ello, los directores deberán aprender un nuevo lenguaje focalizado en temas digitales, tales como: agilidad en desarrollar productos y llegar rápidamente al mercado y sobre todo cómo comunicarse con los clientes y proveedores y cómo explotar la cantidad de datos que la firma acumula.

A mayor conocimiento por parte de los directores de lo que implica ser una firma digital, más fácil le será a los ejecutivos de la empresa el implementar la estrategia a seguir.  ¿Pero cómo lograr que los directores se transformen en agentes que faciliten la transición de la empresa hacia el mundo digital?

Una investigación realizada por Aditya Pande y Christoph Schrey de la consultora McKinsey, sugiere que los directores hagan 5 preguntas críticas relacionadas con las tecnologías de información de la firma.

¿En qué medida la tecnología permite que las actividades básicas de la empresa se desarrollen?

¿Qué valor la firma obtiene de sus más importantes proyectos de tecnología?

¿Cuánto le toma al departamento de tecnología el desarrollar y desplegar nuevas funcionalidades en la forma en que la organización digital opera?

¿Cuán eficiente es el área de TI de la empresa implementando nuevas tecnologías y en lograr los objetivos deseados?

¿Qué capacidades necesitan los colaboradores del área de TI para lograr los objetivos trazados en el plan de digitalización de la organización?

Las respuestas a estas preguntas serán claves para que los directores entiendan cuanto valor el área de TI genera, y ese valor será determinante para sobrevivir primero y destacar después en una era donde la disrupción digital trastoca a cada empresa y le exige respuestas inmediatas.

Artículo publicado el sábado 5 de noviembre en El Comercio (Perú)