El pasado 23 de marzo el Gobierno declaró que tanto el suministro de agua de abastecimiento como el tratamiento de las aguas residuales es un servicio esencial.
La decisión fue tomada por el Ministerio de Sanidad en cooperación con el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para subsanar, tras las reclamaciones de diversos grupos del sector, que no se identificasen explícitamente estos servicios como “esenciales” en el Real Decreto-ley 8/2020.