La primera versión del diccionario inglés Oxford, de 1857, fue producto de la colaboración de cientos de voluntarios que respondieron al llamado del editor y fueron fundamentales para completar esta importante obra. Existen otros ejemplos colaborativos que se remontan al siglo XVIII.
Pero con el desarrollo de Internet como instrumento para compartir información de forma global las posibilidades de convocar a colaboradores para participar en una causa especifica ha crecido exponencialmente.
La base para tomar decisiones en una organización empresarial es el poder recoger opiniones de diversos colegas que se encuentran ya sea más cerca de la problemática o la confrontan desde distintos puntos de vista.
La labor del gerente es justamente saber escuchar estas opiniones para permitirle formarse una idea amplia de lo que ocurre o puede ocurrir y, en base a ello, actuar.
Según la mitología griega, Sísifo, rey de Éfira, la actual Corinto, engañó a la muerte y escapó astutamente del Hades. Ello le valió la ira de los dioses y el castigo en el infierno; dónde fue obligado a empujar una gran roca hasta la cima de una montaña, que continuamente una vez arriba, se deslizaba hacia abajo y vuelta a empezar. Y así, eternamente.
Si bien comparto la idea que von Hammerstein plasmó en su frase “El miedo no es una visión del mundo”, las cifras que muestran los informes, análisis y encuestas que sobre Seguridad TIC se llevan a cabo periódicamente, siempre sacan a la luz una misma conclusión: en materia de protección de su información, las organizaciones no sólo tienen que preocuparse de las amenazas que provengan del exterior. El enemigo puede estar dentro.
Es conocido que las empresas comprometidas con el concepto de responsabilidad social están involucradas en mejorar la sustentabilidad del medio ambiente impactado por sus procesos productivos. Al ser encuestadas en el pasado, indicaron como su primer objetivo al adoptar estas acciones el mejorar su imagen en el mercado, con el fin de destacar frente a sus competidores y ganarse así la preferencia del consumidor. Sin embargo, una nueva encuesta realizada por la consultora McKinsey arroja un resultado diferente.
Los retos que plantea gerenciar empresas en el siglo XXI exigen al líder lograr un equilibrio entre las demandas presentes del mercado, la proyección del desarrollo futuro del negocio y maximizar el potencial de su organización. A esto hay que sumarle el dominio del manejo del cambio, condición que se genera por la interdependencia de mercados, la globalización y los avances tecnológicos a velocidades vertiginosas, factores que traen como consecuencia que lo único permanente ser la inestabilidad.
Ya se que esto es un blog, no un noticiero, pero me ha parecido suficientemente relevante y una invitación a la reflexión de lo que hoy es internet en el día a día de cualquiera.
En sentido amplio, se entiende por cloud computing a la utilización de capacidades de procesamiento de servicios TI situadas en Internet. Se trata de que los ordenadores en los que se procesa la información estén en la nube, la representación Internet, sustituyendo a los centros de procesamiento habituales de las empresas.
Si hay algo que cada vez se hace más evidente, es que la incertidumbre es una condición que se mantendrá presente por mucho tiempo.
Las decisiones sobre cómo gerenciar y, sobre todo, cómo invertir se complican exponencialmente cando se opera bajo esta circunstancia.
Según John Maynard Keynes, el invertir correctamente presupone derrotar a las fuerzas de la ignorancia y al tiempo.
La empresas en el mundo vienen acumulando información hace ya un buen tiempo.
Muchas, como parte de sus procesos productivos internos y otras, al interactuar con clientes, proveedores y demás “stakeholders”. Sin embargo, en los últimos años el volumen ha crecido en forma exponencial.
Platón cuenta en su diálogo Protágoras la génesis del mundo, en la que los dioses encargaron al Titán Prometeo, y su hermano Epimeteo, que concediesen a las especies mortales los dones que las permitirían vivir en el recién creado mundo.
En breve saldrán numerosos informes acerca de qué pasó en materia de ciberseguridad en el recién finalizado 2011. Con este post no tengo intención de enmendar a ninguno de esos amplios y justificados estudios, sólo contaros lo que viví el año pasado, y que puede resumirse en una cosa: GRACIAS SEÑORES DE LA PRENSA GENERAL.
Durante un proyecto que dirigí en México, hace unos años, en la implantación del sistema informático para la expedición de los pasaportes mexicanos, un alto cargo me preguntó si el sistema era totalmente seguro. Yo le respondí que el sistema era uno de los más seguros del momento, pero que independientemente de si el sistema fuera seguro o no, estaba de por medio, el factor humano.