El emprender negocios en un contexto altamente competitivo y cambiante como el actual, requiere de liderazgo efectivo, si es que se quiere triunfar. ¿Pero qué significa “liderazgo”? Es un concepto que es más fácil de intelectualizar que de efectivizar. Liderazgo implica estrategia, pero tiene mucho más de juicio, tacto y confianza en uno mismo.
Este fin de semana ha hecho 2 años de la muerte de Steve Jobs, sin lugar a duda la persona más innovadora del S.XX. Debido a este hecho, he aprovechado a ir a ver la película biográfica sobre su vida, JOBS, interpretada por Ashton-Kutcher. La película no llega a representar la grandeza de Jobs, pero lo cierto es que Ashton está más que correcto, y sobre todo me ha vuelto a la memoria la “magia” del innovador.
Un buen enemigo o un buen competidor, es una bendición, que no todos tienen el placer de disfrutar. Seguramente esta afirmación os puede sorprender pero dejar que exponga mis motivos.
Un buen competidor/enemigo, nos obliga a estar siempre alerta, a mejorar, a superarnos, a ser ambiciosos, y sobre todo a cruzar metas que de otra manera no nos plantearíamos.
Las marcas despiertas que se embarquen en el viaje hacia un futuro más sostenible y socialmente responsable exigirán que los consumidores también contribuyan a su causa. Incluso aunque eso suponga algo de sufrimiento —financiero o de otro tipo— para sus clientes.
Llegar a la cima de una organización empresarial es el anhelo de cualquier ejecutivo, y para ello se capacita, entrena y esfuerza por cumplir objetivos y destacar al desenvolverse en una determinada organización.
Sin embargo, conforme el éxito va llegando, algunos empiezan a exhibir comportamientos que terminan perjudicando no solo a sus carreras profesionales, sino también a la firma para la que trabajan.
El creer que es posible hacer todo a tiempo, si tan sólo uno aplica el sistema correcto, procesando una lista ordenada de temas a tratar o resolver, que es abordada en forma consistente y disciplinada, constituye uno de los mitos más destructivos que existe en la gerencia y representa un grave error.
El pasado 24 de abril asistimos a la segunda jornada de Activa tu Empleo de la UPM, participando en una mesa redonda junto a otras empresas del sector. En esta mesa reflexionamos sobre los actuales procesos de selección y todos los aspectos a cuidar. Cada día las empresas cuentan con más información de los futuros candidatos y muchas veces no somos conscientes de que la decisión sobre nuestra candidatura ya no solo depende de nuestro curriculum vitae.
En el viejo mundo del trabajo, los buenos acaban los últimos. Los “takers” (aquellos que priorizan sus intereses por encima de las organizaciones) fueron capaces de subir a la cima de la jerarquía y lograr el éxito subiéndose a los hombros de los “givers” (aquellos que prefieren contribuir más de lo que reciben).
Erráticos, excéntricos, arrogantes, tal vez, pero uno no puede prescindir de ellos. De hecho, a menos que aprendas a sacar lo mejor de tus empleados creativos, tarde o temprano tu organización quebrará. Si acabas de contratar y/o ascender a las personas que son amables y fáciles de manejar, tu empresa será mediocre, como la mayoría. Suprimida la creatividad es un tumor maligno en la organización.
A pesar de que los empresarios se mantienen cautelosos, cada euro que invierten en emplear a personas cada vez es más exigente, y buscan trabajadores que muestren mayores habilidades y resultados.
Para los empleados que quieran salir adelante, las competencias básicas no serán suficientes.
Para ganar un ascenso o conseguir un empleo, los expertos dicen que hay cuatro habilidades que hay que tener en cuenta: