No me sorprende, en absoluto, cuando pregunto a mis alumnos del último año de carrera: más del 70% quieren ser funcionarios, y prácticamente ninguno quiere ser empresario. Lo cierto es que está mal visto en general por la sociedad. Y yo me pregunto ¿por qué?
Estamos viviendo una de las mayores crisis de consumo de las últimas décadas, con descensos es los consumos nunca visto por la mayoría de ejecutivos de nuestro país. Lamentablemente la capacidad económica de los españoles se ha visto reducida substancialmente en los últimos años y en general todos los sectores se han lanzado a bajar los precios para poder acceder a un cliente cada vez más preocupado por llegar a fin de mes, o un cliente PSA.
Internet, la “web” como la conocemos, tiene ahora menos de 5.000 días de edad. En todo este tiempo todo lo que estamos viviendo, es increíble, desde las redes sociales a poder ver el planeta desde un satélite, hace sólo 5.000 días no nos lo hubiéramos creído.
Como consecuencia del proceso de globalización actual, las organizaciones se deben involucrar cada vez más en la cooperación al desarrollo y en el desarrollo global sostenible, de tal manera que se adapten a los cambios ambientales, sociales, culturales y normativos del momento.
Albert Einstein dijo en una oportunidad que él nunca pensaba en el futuro, ya que este llegaba demasiado rápido. Así también muchos ejecutivos hoy en día sostienen que, como es poco lo que pueden hacer por influir en él, es mejor esperar y ver cómo logran desenvolverse cuando llegue el momento.
Son muchas las preguntas que nos hacemos cuando empezamos a gestionar innovación. ¿Debería hacer Open Innovation?, ¿sería mejor Open & Cross Innovation?, ¿debería “ser innovador” o debería “innovar”? y, …¿por dónde empiezo?, ¿un pequeño equipo en un área de Innovación y un gestor de ideas?, ¿debería además plantearme modelos de crowdsourcing?...