Se ha escrito mucho sobre cómo mejorar la gestión de empresas y para ello se han desarrollado técnicas de planeamiento estratégico y de mejoramiento contiguo. Otros han aplicado las formulas de “Calidad Total”, “Lean” o “Six Sigma”. El problema es que los competidores han seguido estrategias similares y la globalización y las tecnologías de información han derribado fronteras y generado un entorno altamente competitivo donde la obsolescencia se acelera y el porcentaje de fracasos se eleva peligrosamente.
Al lanzar al mercado un nuevo producto, servicio o tal vez un nuevo emprendimiento, uno trata de no descuidar ningún aspecto. Se realiza el debido estudio de mercado donde se validan las preferencias de los consumidores y se discuten opciones en sesiones de “tormenta de ideas”. También se detallan los modelos financieros para la nueva oportunidad y claro, un sólido plan de mercadeo. Sin embargo, a pesar de todo ello, el lanzamiento no termina siendo muy auspicioso y muchas veces acaba en decepción.
La tecnología y la conectividad han impactado a las empresas y han transformado la vida de miles de millones de personas. Sin embargo, varios estudios sostienen que estamos ante el inicio de cambios mucho más importantes.
En los años venideros seremos testigos del vertiginoso desarrollo de la “Inteligencia Artificial” en las computadoras, mejores medios de comunicación instantánea, la proliferación de dispositivos electrónicos y el flujo masivo de información, todo esto, trastocará la forma de hacer negocios.
Es evidente que la inteligencia de negocio, o Analytics hoy en día, es una palanca estratégica fundamental, en plena revolución de la información y la digitalización.
Existe una realidad que afecta a la mayoría de las empresas del planeta y está referida a que solo un 30% de sus colaboradores están realmente comprometidos con su trabajo.
Gallup reporta en su encuesta anual 2013 que el 50% de los trabajadores en EE.UU. apenas cumple con las horas que se les exige, y un 20% actúa en contra de los intereses de la firma, vale decir en forma improductiva, influyendo negativamente en otros colaboradores. Gallup estima que ese grupo le cuesta a la economía estadounidense 500.000 millones de dólares al año.
No son pocos los estudiosos del ¨management¨ que sugieren que los colaboradores en el centro de trabajo deben procurar diferenciarse, hacerse notar, y manejarse como si cada ejecutivo fuera una empresa unipersonal que se desenvuelve armonizando sus propios intereses con los de la firma. “La marca más importante eres tú mismo”, es la expresión extrema de esta posición.
Toda organización procura difundir buenas prácticas de gestión entre sus colaboradores y generar un clima positivo para lograr la tan ansiada excelencia. Para ello, los gerentes se capacitan, contratan consultores, leen a los gurús del management, pero generalmente encuentran que el camino hacia la excelencia está plagado de obstáculos.
Freemium es un modelo de negocios que funciona ofreciendo servicios básicos gratuitos, mientras se cobra por otros más avanzados o especiales. La palabra freemium es una contracción en inglés de las dos palabras que definen el modelo de negocios: “free” y “premium”. Este modelo de negocio ha ganado popularidad con su uso por parte de las compañías relacionadas con la Web 2.0.
Existen varios modelo de negocio como: